Takafumi estaba preparando el desayuno cuando su esposa Makoto, que ya estaba comiendo, miró la hora y salió corriendo para ir al trabajo. Últimamente ha estado ocupada ayudando a su superior, el profesor Yasuno. Esa misma tarde, Takafumi fue llamado a la oficina de la directora. El sueño de Takafumi siempre había sido abrir su propio negocio, y hace unos días, gracias a la mediación de Yasuno, encontró un local. Además, la directora de la academia, Kanako, decidió invertir en el proyecto. En la oficina de la directora, le informaron que debía comenzar a prepararse para la apertura de la tienda a partir de ese fin de semana. Llegó la mañana del fin de semana. Mientras Takafumi se preparaba para salir, le dijo a Makoto que estaría fuera de casa por dos o tres días. Makoto, que se quedaría hasta tarde en la academia ayudando a Yasuno, se sentía inquieta. Sin embargo, Takafumi la tranquilizó, diciéndole que no tenía de qué preocuparse porque Yasuno era una persona de confianza. Esa noche, mientras Makoto continuaba trabajando en la sala de profesores, recibió un mensaje en LINE de Takafumi: “Por aquí casi terminamos. La impresión de la otra parte ha sido muy positiva. Te contaré todo con detalles cuando regrese mañana.” Mientras respondía al mensaje, Yasuno apareció con un café. Makoto aceptó la taza que le ofrecía, pero poco después de beber, se desplomó en el suelo. Yasuno, con una sonrisa lasciva en el rostro, observaba el cuerpo de Makoto tirado en el suelo…